"LLEGA UN MOMENTO EN TU CARRERA QUE LOS GANSOS YA NO MOLESTAN"

Juan José Campanella es el director de cine argentino más importante de los últimos tiempos. Cuenta con seis películas en su haber y miniseries por estrenar, entre muchos otros proyectos.

Participó en prestigiosas tiras como "Doctor House" y "La Ley y el Orden" entre otras, y su trabajo en la televisión norteamericana lo mantiene medio año en los Estados Unidos y medio año en la Argentina.

Actualmente se encuentra preparando una mini producción sobre Belgrano y este domingo 1 de noviembre se estrena en canal 13 una comprometida serie sobre jóvenes emprendedores.

Luego del éxitoso lanzamiento internacional de la película que cautivó a todos los argentinos "El secreto de sus ojos" habla de todo: del cine, la televisión, sus proyectos y su familia.

¡Una entrevista exclusiva para todos los Espectaculizados!

- En muchos medios salió que su película está nominada a los Oscar...
- No, eso se presta a confusiones. En realidad estamos postulados para las nominaciones que son recién en enero.

- Entonces ¿su película va a representar a la argentina?
- Sí. Tenemos muchas expectativas pero aún no sabemos... ya que competiríamos contra 15 películas más que también son muy buenas. No quiero hablar demasiado hasta que no salga nominado.

- ¿Con qué parámetro elige las novelas que luego lleva a la pantalla grande?
- No hay un motivo tangible por lo que yo te pueda explicar la elección. Una novela, una anécdota o algo que te contaron que te empieza a gatillar un montón de ideas. Tiene que ver con un tono que sea similar a lo que quiero contar, o a mi mismo. También los personajes tienen que ser creíbles, tiene que tener humor, ya que realmente si no tienen humor las cosas no me atrapan tanto.

- Este domingo lanzan un programa en Canal 13 sobre radio ¿De qué se trata?
- Hace dos años que venimos haciendo unos programas con el ministerio de educación. Se trata de poner a jóvenes del interior con un desafío importante. El año pasado tenían que formar un club y este año se va a tratar de una radio. Me gusta muchísimo trabajar con chicos, veo en ellos muchas ganas de hacer y cambiar las cosas y eso me entusiasma muchísimo.

- ¿Qué opina del cine argentino hoy?
- Es muy distinto que el de antes, sin duda. En realidad la única opinión certera que puedo dar es que hay muchísima variedad. La respuesta es la no respuesta en realidad. Es una cosa ambigua ya que el cine argentino es ambiguo, todo esto si hablamos de lo creativo, claro. Ahora, si hablamos de la situación económica industrial está muy mal.

- ¿Por qué? ¿No tienen ayuda?
- No. Es un problema que preocupa también a la gente del instituto del cine. Todos los que trabajamos en ésto estamos diciendo hace falta un debate para ver cómo se sigue, se soluciona el tema subsidios, cómo se soluciona el tema costos. Está carísimo hacer cine y hay un montón de temas que solucionar pero parecería que nadie tira la primera piedra para empezar a hacer reuniones y debatir. Para hacer una película trabajan unas 300 personas. Es mucha gente. y no se puede usar el Secreto de sus ojos como ejemplo, es una excepción.

- ¿El éxito no se lo podría adjudicar también a los buenos actores de El Secreto de sus ojos?
- Sí, por supuesto que tienen mucho que ver. Todos los elementos que no tengan que ver con la trama de la película te funcionan en la primer semana, si la película no esta bien, por más que esté Darín, Franchela, Brad Pitt y Angelina Jolie juntos, si la película es mala, no sirve. El boca a boca te destruye.

- Además que hoy las alternativas para el divertimento son varias..
- Claro, antes un sábado a la noche el único programa era ir al cine. Hoy hay muchas más cosas para hacer y si una película no gusta se hace otra cosa. Con que solamente te digan: “es buena”, ya no vas. Hoy por hoy te tienen que decir: “no te la podes perder, es la mejor película del año” como mínimo para que decidas ir al cine.

- O simplemente la gente baja las películas por Internet...
- Claro, la piratería es terrible. Lo único que nosotros desde este lado podemos hacer es confiar en que ver una película en el cine es otra cosa, no es lo mismo que mirarla en tu casa.

- Una de las recomendaciones para ver “El secreto de sus ojos” es esa: hay que verla en el cine..
- Y sin embargo es una película clásica por decirlo así. No es una película cubierta de efectos especiales, al contrario, carece de ellos. Pero es cierto, tiene algo que hace que la sensación de verla en la pantalla grande es mucho más completa que en el televisor.

- ¿Cómo se lleva con las críticas de sus películas?
- No me queda otra que bancarlas. Cuando es como el caso del Secreto de sus ojos, ya sabía que dos o tres me iban a matar y fue así, me mataron, dos o tres también me sorprendieron. Me molesta mucho cuando la crítica le falta el respeto a la película, mala o buena, no importa. Igualmente mi actitud con la crítica mala fue cambiado a medida que pasaron los años. Al principio me dolía muchísimo, después me empezó a doler la crítica cuando era injusta con la película, es decir, la crítica que está mal analizada. Cuando uno escucha las gansadas que algunos tienen para decir de un trabajo que hiciste con mucha pasión, piensa: “ese tipo es un ganso” y ni siquiera lo tomás en serio. Llega un momento en tu carrera que los gansos ya no molestan.

- ¿El público decide?
- A mi la opinión que más me interesa es la del público. No siempre igual, si el consenso del público es: “me gusta esta película porque se tiran pedos en la cara de la actriz” ahí no me gustaría tanto (risas). Creo que las respuestas del público son lo más lindo que le pasa a un director.

- Con tantos proyectos, ¿cómo hace para ordenarse?
- Estoy un poco desesperado en realidad (risas) Estamos haciendo una mini serie de Belgrano y estoy muy metido personalmente, pero en otros casos trato de encaminar cada cosa y mirar cada tanto, supervisar un poco. Por suerte tengo ayuda, el equipo con el que trabajo son todos de primera. Aún así sé que tengo que tratar de ponerme un freno. Estoy a full con muchas cosas, el proyecto de acá y mi trabajo en los Estados Unidos y está mi hijo también, y ¡ya no me dan los tiempos para nada!

- Igual mejor que sobre y no que falte...
- Por supuesto, aún con esos contras estoy muy feliz.