Es actriz, directora y dramaturga de teatro y uno de los íconos más destacados del circuito alternativo porteño. Actualmente tiene en cartel “Adela está cazando patos” que fue seleccionada y se presentó en el Festival Internacional de Teatro (FIBA) que terminó la semana pasada. También está dirigiendo junto a Matías Gael Policano Rossi “Fascinario, el ensayo” en el Camarín de las Musas y actuando en “Urdinarrain” de Hernán Morán. En esta entrevista realiza una reflexión y un análisis sobre el teatro off actual. Además, cuenta su experiencia con la obra de Leticia Bredice, “La cola del avión”.
¿Qué es el teatro under para vos?
Lo ideal sería que el teatro under fuese donde se tocan las temáticas o se habla de las cosas que no habla el maestrean o con formas o búsquedas estéticas que no utiliza también. En el caso de Buenos Aires pasa además, que lo independiente y lo under se vincula a lo que se tiene que hacer con poco dinero. Nosotros somos teatro independiente a veces no porque no podamos contar una historia popular o maestrean sino porque no hay plata para contarla de otra forma. Eso hace que a pesar nuestro seamos independientes. Más allá de eso yo suelo usar temáticas que no son populares por lo general, sobre todo por todas las cuestiones de género que toco o esas cosas que molestan a la gente.
¿Qué tipo de público pensas que va a ver teatro off?
Esta es otra controversia de la que estamos justamente hablando los teatristas independientes y es que en realidad el teatro independiente en su mayoría la van a ver otras personas que hacen lo mismo, que estudian teatro o están formándose para hacerlo. En mi caso, también me vienen a ver mucho los jóvenes, los universitarios, pero más que nada teatreros. A mí me gustaría que venga la señora con el marido pero todavía cuesta. Y hay una porción pequeña de gente que le gusta el teatro y pienso que cuando descubre que en el teatro independiente y que por una entrada más barata puede ver un espectáculo de calidad se empieza a copar y ve otros, como también puede ver unos desastres sin querer y ahí perdimos todos los teatreros.
¿A vos te propuso Leticia Bredice dirigir su obra “La cola del avión”?
Sí…
¿Y por qué le dijiste que no?
En ese momento la obra la verdad que no me interesó mucho, la había escrito ella. Me parecía que me iba a quemar entre comillas. Yo nunca había dirigido una obra mía, siempre había sido asistente así que esa hubiera sido la primera, y además iba a salir a la prensa y no me animé a sostenerlo. Además de que me abrumaba mucho el hecho de que a veces las actrices son caprichosas y empiezan a crear el cliché de la actriz famosa y eso me aburre muchísimo. Me pone de mal humor. Ella aparte lo iba a plantear como una producción independiente no es que me iba a pagar un sueldo, igualmente yo fui asistente, había logrado que nos pagaran un sueldo pero como iban 14 personas a ver la obra, no nos pagaron nunca. Además a la obra la calificaron como mala dos veces en Clarín. Creo que no lo hubiese soportado sobre todo porque no estaba de acuerdo con lo que había leído y con lo que ella quería hacer. Yo estudie dramaturgia y ahora estoy haciendo una maestría... si veo algo que es medio chanta o algo en lo que no hay búsqueda, no lo puedo dejar pasar y si es algo mío me duele.
1 comentarios:
muy clara la nota y contundente!
un placer leerlas..
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